
Benjamin Franklin


17 de enero de 1706 Boston, Massachusetts, Estados Unidos - 17 de abril de 1790 Filadelfia, Pensilvania, Estados Unidos
Político, prolífico científico e inventor estadounidense, participante activo en el proceso de independencia de los Estados Unidos.- Un hoy vale por dos mañanas.
- El camino hacía la riqueza depende fundamentalmente de dos palabras: trabajo y ahorro.
- El corazón del loco está en la boca.
- Tómate tiempo en escoger un amigo, pero sé más lento aún en cambiarlo.
- Bien hecho es mejor que bien dicho.
- El orgullo detesta el orgullo en los demás.
- El orgullo que se alimenta con la vanidad acaba en el desprecio.
- Lo que empieza en cólera acaba en vergüenza.
- Nunca ha habido una buena guerra ni una mala paz.
- De aquel que opina que el dinero puede hacerlo todo, cabe sospechar con fundamento que será capaz de hacer cualquier cosa por dinero.
- La necesidad nunca hizo buenos negocios.
- Carecer de libros propios es el colmo de la miseria.
- Jamás hubo una guerra buena o una paz mala.
- La admiración es hija de la ignorancia.
- En su propio país un genio es como el oro en la mina.
- Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo.
- ¡Arriba, haragán! ¡No desperdicies la vida! Ya dormirás bastante en la sepultura.
- Si quieres conocer el valor del dinero, trata de pedirlo prestado.
- El vino hace la vida más fácil y llevadera, con menos tensiones y más tolerancia.
- Al jugar al ajedrez entonces, podemos aprender: Primero, previsión...Segundo, prudencia...Tercero, cautela...Y al final, aprendemos del ajedrez el hábito de no ser desanimados por apariencias malas presentes en el estado de nuestros asuntos, el hábito de la esperanza por una oportunidad favorable y la perseveración de los secretos de los recursos.
- El que está enamorado de sí mismo no tendrá rivales.
- Un hombre envuelto en sí mismo hace un pequeño paquete.
- Un padre es un tesoro, un hermano es un consuelo: un amigo es ambos.
- La felicidad humana generalmente no se logra con grandes golpes de suerte, que pueden ocurrir pocas veces, sino con pequeñas cosas que ocurren todos los días.
- Un paisano entre dos abogados es como un pescado entre dos gatos.
- Una casa no es un hogar a menos que contenga los alimentos y el fuego de la mente, así como el del cuerpo.
- Todas las guerras son incomprensibles, caras y muy malas.
- La inversión en conocimiento paga el mejor interés.
- Aquellos que cederían la libertad esencial para adquirir una pequeña seguridad temporal, no merecen ni libertad ni seguridad.
- Los aplausos esperan un éxito.
- La energía y la perseverancia conquistan todas las cosas.
- Él no es poseído por la riqueza, el la posee.
- La honestidad es la mejor política.
- Si la pasión te conduce, que la razón tenga las riendas.
- Nuestras necesidades nunca se igualan a nuestros deseos.
- Las puertas de la sabiduría nunca están cerradas.
- Un villano en pie es más grande que un hidalgo de rodillas.
- La oxidación por falta de uso gasta mucho más las herramientas que el propio trabajo.
- Recuerda que el tiempo es dinero.
- ¿Amas la vida? No desperdicies el tiempo porque es la sustancia de que está hecha.
- Tres pueden guardar un secreto si dos de ellos están muertos.
- En este mundo no se puede estar seguro de nada, salvo de la muerte y de los impuestos.
- Quien tiene paciencia, obtendrá lo que desea.
- Ten tus ojos bién abiertos antes del matrimonio.
- Donde se celebra matrimonio sin amor, habrá amor sin matrimonio.
- La ociosidad, como el moho, desgasta mucho más rápidamente que el trabajo.
- Si no quieres perderte en el olvido tan pronto como estés muerto y corrompido, escribe cosas dignas de leerse, o haz cosas dignas de escribirse.
- No hay nada tan cierto en el mundo como la muerte y los impuestos.
- El hombre descontento no encuentra silla cómoda.
- Un hermano puede no ser un amigo, pero un amigo será siempre un hermano.
- Es más costoso alimentar un vicio que criar dos hijos.
- Sólo el hombre íntegro es capaz de confesar sus faltas y de reconocer sus errores.
- Nada existe mas dulce que la miel. Excepto el dinero.
- La pereza viaja tan despacio que la pobreza no tarda en alcanzarla.
- Ninguna nación fue arruinada jamás por el comercio.
- Los hombres conocen antes la necesidad de curar sus enfermedades que sus errores.
- Las tres cosas más difíciles en este mundo son: guardar un secreto, perdonar un agravio y aprovechar el tiempo.
- Si el tiempo es lo más caro, la pérdida de tiempo es el mayor de los derroches.
- Nada proporciona tanto placer a un autor como el encontrar sus propios trabajos respetuosamente citados por otros doctos autores.
- Si sabes cómo gastar menos de lo que ganas, has encontrado la piedra filosofal.
- El que vive de esperanzas, muere de sentimiento.
- Donde mora la libertad, allí está mi patria.
- Cualquier sociedad que renuncie a un poco de libertad para ganar un poco de seguridad, no merecen ninguna de las dos cosas.
- Las leyes demasiado benignas rara vez son obedecidas.
- Si el hombre alcanzara la mitad de los deseos que tiene, redoblaría sus inquietudes.
- En la escuela de la experiencia las lecciones cuestan caras, pero solamente en ellas se corrigen los insensatos.
- El sabio consigue más ventajas por sus enemigos que el necio por sus amigos.
- No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy.
- El cielo cura y el médico cobra los honorarios.
- Si los hombres son tan perversos teniendo religión, ¿cómo serían sin ella?
- La vanidad es un mendigo que pide con tanta instancia como la necesidad, pero mucho más insaciable.
- El hambre pasa por delante de la casa del hombre laborioso, pero no se atreve a entrar en ella
- Por un clavo se perdió una herradura, por ésta un caballo, y por éste el jinete, que fue capturado y muerto por el enemigo.
- El que quiera prosperar en sus negocios hágalos por sí mismo, y si quiere que todo le salga mal, no tiene más que confiarlos a manos ajenas.
- El desorden almuerza con la abundancia, cena con la pobreza y se acuesta con la muerte.
- Presta dinero a tu enemigo y lo ganarás a él.
- La paz y la armonía constituyen la mayor riqueza de la familia.
- Quien quiera ver prosperar sus negocios, consulte a su mujer.
- Yo creo que el mejor medio de hacer bien a los pobres no es darles limosna, sino hacer que puedan vivir sin recibirla.
- La honradez reconocida es el más seguro de los juramentos.
- No cambies la salud por la riqueza, ni la libertad por el poder.
- Los hombres son criaturas muy raras: la mitad censura lo que ellos practican, la otra mitad practica lo que ellos censuran.
- El hombre débil teme la muerte.
- Es contrario a las buenas costumbres hacer callar a un necio, pero es una crueldad dejarle seguir hablando.
- Es más fácil prevenir los malos hábitos que terminarlos.
- Si quieres ser amado, ama y sé amable.
- En los tratos entre los hombres la verdad, la sinceridad e integridad son de mayor importancia para la felicidad en la vida.
- Amo la casa en la cual no veo nada superfluo y encuentro todo lo necesario.
- Los locos dan festines y los cuerdos son los convidados.
- El mejor médico es el que conoce la inutilidad de la mayor parte de las medicinas.
- Si haces lo que no debes, deberás sufrir lo que no mereces.
- Nueve hombres de cada diez son suicidas.
- Toma consejo del vino, pero decide después con agua.
- Después de las derrotas y las cruces, los hombres se vuelven más sabios y más humildes.
- En este mundo no hay nada cierto, excepto la muerte y los impuestos.
- Invertir en conocimientos produce siempre los mejores intereses.
- El primer error que se comete en los negocios públicos es consagrarse a ellos.
- No perdáis el tiempo. Ocupaos siempre en alguna cosa útil. Absteneos de toda acción que no sea necesaria.
- Las riquezas son solamente ventajosas por el uso que se hace de ellas.
- Pensad con sencillez y justicia, y hablad como pensáis.
- Que en vuestra casa cada cosa tenga su lugar, cada negocio su tiempo.
- Templanza: no comáis hasta el hastío, ni bebáis hasta perder el sentido.
- Los gastos que hagas que sean únicamente para el bien ajeno o para el vuestro: es decir, no disipéis nada.
- Quiero enseñarles el verdadero secreto de ganar dinero, el método infalible de llenar las bolsas vacías, y de conservarlas siempre llenas: Todo el negocio estriba en la rígida observancia de sos reglas sencillísimas. He aquí la primera: sean la probidad y el trabajo vuestros constantes compañeros. Segunda: gastad un cuarto menos de lo que ganáis.
Fuente: Frases Y Pensamientos
* Benjamin Franklin
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