
André Gide


22 de noviembre de 1869 París, Francia - 19 de febrero de 1951 París, Francia
Escritor francés, cuyas novelas, obras de teatro y textos autobiográficos se caracterizan por su exhaustivo análisis de los esfuerzos individuales hacia la autorrealización y por la utilización de conceptos éticos protestantes.- El porvenir pertenece a los innovadores.
- Cuando deje de indignarme, habrá comenzado mi vejez.
- Una mujer no comienza a mostrar su edad hasta que comienza a ocultarla.
- Cree a aquellos que buscan la verdad, duda de los que la han encontrado.
- Sabio es aquel que constantemente se maravilla.
- Es mejor ser odiado por lo que eres, que ser amado por lo que no eres.
- El secreto de mi felicidad está en no esforzarse por encontrar placer, sino en encontrar el placer en el esfuerzo.
- La gente no puede descubrir nuevas tierras hasta que tenga el valor de perder de vista la orilla.
- Hay que haber vivido un poco para comprender que todo lo que se persigue en esta vida sólo se consigue arriesgando a veces lo que más se ama.
- Hay muy pocos monstruos que garanticen los miedos que les tenemos.
- Ante ciertos libros uno se pregunta: ¿quién los leerá? Y ante ciertas personas, uno se pregunta. ¿Qué leerán? Y al fin, libros y personas se encuentran.
- Muchas veces las palabras que teníamos que haber dicho no se presentan ante nuestro espíritu hasta que ya es demasiado tarde.
- Lo que te critiquen, hazlo. Porque eso eres tú.
- La satisfacción es la única señal de la sinceridad del placer.
- No se hace buena literatura con buenas intenciones ni con buenos sentimientos.
- Y cuando durante todo ese tiempo se piensa que los demás van al placer sin deseo, se piensa en ¡cuánto darían ellos por sentir hasta el más leve escalofrío de fiebre, y que uno de ese temblor muere, que le consume a uno hasta el corazón!
- Es bueno seguir la pendiente con tal que sea subiendo.
- La edad también tiene ventajas muy saludables, se derrama mucho del alcohol que nos gustaría beber.
- Querría flagelar con todas mis fuerzas a los que se ríen de la castidad como de una tontería, a los que se burlan de la virtud como de una debilidad y creen que un libertino tiene más carácter que un monje.
- El pensamiento de la muerte me persigue con una obstinación singular. A cada gesto que hago, calculo: ¿cuántas veces ya? Me pregunto: ¿cuántas veces todavía? Y siento, lleno de desesperación, precipitarse la revolución del año.
- Mi alegría tiene algo salvaje, fiero, en ruptura con toda decencia, toda conveniencia, toda ley.
- (...) Comprendí que la sed de disfrutar que nace en cada momento de voluptuosidad, se anticipa al gozo, de la misma manera como existen respuestas listas para cualquier pregunta.
- Todo en mí se abre, se asombra; me late el corazón; una sobreabundancia de vida me sube a la garganta como un sollozo. Ya no sé nada; es una vehemencia sin recuerdos y sin arrugas.
- Todas las cosas ya fueron dichas, pero como nadie escucha es preciso comenzar de nuevo.
- Los monederos falsos (1925)
- Los alimentos terrestres (1897)
- Saul (1903)
- Los sótanos del Vaticano (1914)
- Regreso de la URSS (1936)
- Diario (1951)
Fuente: Frases Y Pensamientos
André Gide
Esta categoría está vacía.